Gonzalo Lamarca • Gas

Gonzalo Lamarca • Gas

Gonzalo Lamarca comenzó a hacer arte de manera autodidacta sin dejar atrás la impronta de su formación como arquitecto. En sus pinturas no abandona la pulsión de construir: al componer sus obras, se basa en profundidad y planos de color. Un “atrevimiento” que no debe leerse como una mera traducción de una disciplina a otra. Más bien, las pinturas de Gonzalo apuestan a una reinterpretación sublime, desarticulada y libre de la presencia imponente de la arquitectura.


“La gran diferencia, sin embargo, es que la arquitectura es real, tangible y responde a leyes físicas, estructurales y funcionales e, incluso, institucionales. La pintura, en cambio, es intangible, algo espiritual si se consideran sus múltiples posibilidades de transformación”, explica el artista sobre la nueva serie de trabajos que presenta en Galería Animal a partir del 4 de mayo, en los que se hacen patentes estas observaciones.


Lamarca reconoce en su obra las influencias de Josef Albers y Mark Rothko: en el caso del primero, por su aproximación rigurosa y a la vez experimental a las relaciones espaciales y la teoría del color, en el último, por sus desenfadas pinturas de campos de color [color field paintings]. A partir de aquí, Gonzalo desarrolla un enfoque sintético de formas, colores y planos para sugerir una suerte de psicología del espacio.


Notoriamente, su nueva serie de pinturas se alzan como ambientes simplificados en los que se detiene en los conductos de gas, explorando su silueta. ¿Se trata de los pulmones de ese ser vivo llamado casa?


La serie, y la muestra, se titulan Gas, aludiendo así a la energía, el movimiento, la circulación, el fluido, el calor y la combustión. Gas, un elemento sin forma ni volumen como principal constructor de ambientes, de espacios privados, de intimidad, se refiere aquí también al aire producido por la descomposición de la materia orgánica que luego se usa como combustible.


De esta manera, explica el artista, “se relacionan los dos temas que han rodeado e inspirado esta muestra: la pérdida del espacio privado en contraposición a la vida extremadamente expuesta a través de las redes sociales, y la conciencia sobre la utilización de recursos en el contexto de una cultura de consumo masivo que genera toneladas de basura y que impacta negativamente en el medio ambiente”.
En varias de sus piezas utiliza soportes que antes tuvieron otra vida, pero cada obra tiene su propia articulación, su propia representatividad y carácter. “Hay una fijación por la historia de los materiales”, comenta. “Lo que continúa es expresión y experimentación”.


Actualmente esa experimentación está volcada a la técnica de rebalses al óleo, con la que va construyendo sus imágenes abstractas, ambientes posibles que se erigen con la fuerza de sólidos planos de pintura.