“¿Será por ello que decidió volver a pintar citas explícitas a la infanta Margarita, a la menina Doña María Agustina Sarmiento, al conspicuo espejo? ¿Para enmendar y rectificar? ¿O se trata sólo de un acto nostálgico que le permite revisitar su propia obra y volver al origen –es decir, a 1978, año en que comenzó a parodiar a Velázquez–?”, pregunta Claudia Campaña, en el texto que escribió para el catálogo que acompañará la muestra. “Pero, ¿qué diferencia existe entre sus actuales ejercicios de cita y aquéllos de los setenta y ochenta? Claro está siempre hay algo nuevo, aunque, a primera vista, sus cuadros de hoy como los de ayer tienen un carácter altamente figurativo y narrativo y, de tanto en tanto, emulando a Velázquez, Cienfuegos vuelve a representar una figura que se asoma tras una tela de gran formato con una paleta en la mano abordando así el problema de la autorreferencia, del autorretrato. Todos sus trabajos son un perfecto ejemplo de la práctica de descontextualizar y reunir íconos de diversos autores en un mismo soporte, de la problemática que versa en torno al cuadro dentro del cuadro”.
Según explica la especialista en arte contemporáneo, “a Cienfuegos le gusta extraer, “recortar”, reciclar y recontextualizar imágenes que pertenecen a la iconografía de otros artistas visuales (pasado-presente). Toma figuras de la historia del arte, a éstas suma las propias y, en ocasiones, escoge o se inspira en algún personaje de la literatura o la cinematografía. Cual director de cine elabora un guión, decide su elenco, asigna papeles secundarios y protagónicos, define locaciones y configura narraciones las cuales carga de nuevas significaciones. Su ejercicio de reunión pictórica da pie a interesantes lecturas y asociaciones, a la vez que genera, ex profeso, situaciones francamente absurdas y divertidas de observar. (…) En este nuevo conjunto de citas pictóricas, Cienfuegos vuelve a desplegar su ingenio, engolosinándose otra vez con la posibilidad de constituir un relato pictórico-literario”.
Según explica la especialista en arte contemporáneo, “a Cienfuegos le gusta extraer, “recortar”, reciclar y recontextualizar imágenes que pertenecen a la iconografía de otros artistas visuales (pasado-presente). Toma figuras de la historia del arte, a éstas suma las propias y, en ocasiones, escoge o se inspira en algún personaje de la literatura o la cinematografía. Cual director de cine elabora un guión, decide su elenco, asigna papeles secundarios y protagónicos, define locaciones y configura narraciones las cuales carga de nuevas significaciones. Su ejercicio de reunión pictórica da pie a interesantes lecturas y asociaciones, a la vez que genera, ex profeso, situaciones francamente absurdas y divertidas de observar. (…) En este nuevo conjunto de citas pictóricas, Cienfuegos vuelve a desplegar su ingenio, engolosinándose otra vez con la posibilidad de constituir un relato pictórico-literario”.