Según el Premio Nacional de Arte (2001), “esta muestra se podría catalogar como una especie de retrospectiva menor”. Tal como lo dice el título de la exposición, su obra la atraviesa la temática de la melancolía, estado anímico que constantemente ha abordado. “Siempre he trabajado con la melancolía, pero la melancolía filosófica en el sentido que el demonio fue expulsado del paraíso y por eso él es el gran melancólico”, explica Opazo para el cual “el arte y cualquier trabajo que se haga, si se toma de forma trascendente, es una manera de oración”.
La muestra permitirá atravesar sus más diversas etapas pictóricas y temáticas. “Mi figura humana fue inicialmente abstracta hasta que se fue consolidando y comencé a poner ésta en situaciones. Luego apareció el antropomorfismo propiamente tal época en la que nace la obra Los Humanos. Aparecen las cajas donde no se sabe si la figura entra o sale de ellas, y los altares para defenderse de la melancolía. Luego de una crisis que sufrí al buscar el absoluto, nace la pintura más gestual que habla del hombre inmediato. Me metí más en lo circunstancial y comencé a hacer la serie de deporte, poniendo a los deportistas arriba de un altar como si fueran una escultura, contrastando la parte tectónica con la otra más suelta”, comenta Opazo sobre su obra. En los años 90 el artista aborda el mundo que rodea al personaje mitológico griego Dionisio y su figura humana pierde su contorno insertándola en la naturaleza y el paisaje.
La muestra permitirá atravesar sus más diversas etapas pictóricas y temáticas. “Mi figura humana fue inicialmente abstracta hasta que se fue consolidando y comencé a poner ésta en situaciones. Luego apareció el antropomorfismo propiamente tal época en la que nace la obra Los Humanos. Aparecen las cajas donde no se sabe si la figura entra o sale de ellas, y los altares para defenderse de la melancolía. Luego de una crisis que sufrí al buscar el absoluto, nace la pintura más gestual que habla del hombre inmediato. Me metí más en lo circunstancial y comencé a hacer la serie de deporte, poniendo a los deportistas arriba de un altar como si fueran una escultura, contrastando la parte tectónica con la otra más suelta”, comenta Opazo sobre su obra. En los años 90 el artista aborda el mundo que rodea al personaje mitológico griego Dionisio y su figura humana pierde su contorno insertándola en la naturaleza y el paisaje.