Provocar el asombro en el espectador al enfrentarse a algo ajeno y extraño a su percepción es el objetivo de los seis artistas que presentarán sus obras que trabajan la descontextualización de escenas bajo el título “Escena alterada” a partir del próximo 8 de enero.
La artista Rosario Carmona, que realizó su primera muestra individual en Galería BECH en enero de 2008, apela desde la pintura en su serie “Sin pájaros de un tiro” al sentido que adquiere lo intrascendente. Con aquella incipiente narración que se esboza cuando proyectamos una experiencia a lo que inexplicablemente la motiva, apela a nuestra propia historia para construirse. La organización de las figuras tiene que ver con la búsqueda de una situación y con el juego que no tiene sentido si algo en él no sucede. Los objetos representados se rigen por una regla no identificable que los hace coincidir en un mismo espacio, generando una especie de escenario dispuesto para la atribución de una narración y que suspende por un momento la certeza de que simplemente son juguetes desordenados.
El trabajo de María Ossandón, que ganó el primer lugar del concurso del Concurso Arte en Vivo del Museo Nacional de Bellas Artes 2008, consiste en transportar fragmentos de naturaleza contenida dentro de un objeto portátil, en este caso, en pastilleros. El objetivo es crear una nueva lectura o mostrar la vigencia siempre presente de la interpretación en la relación con el mundo natural. El paisaje encapsulado en diversos pastilleros, cuyo uso habitual es guardar “pastillitas” y/o conservar ordenadamente en días u horas la medicina a tomar, son alterados en su escena, tamaño y materia: un contenedor que porta elementos fabricados por la ciencia y de uso sanador, se convierten ahora en portadores de la “naturaleza misma” asfixiada en sus límites y desbordada por estos, transforman su materia de lo natural a lo artificial creando un diálogo entre naturaleza y ciencia en una “escena alterada”.
La primera muestra individual que Cristobal Cea presentó en Sala SAM titulada Wastetopia tuvo muy buena acogida de la crítica. En esta muestra Cristóbal presenta la obra Pasillo Técnico: una impresión duratrans (1x2mt) donde, como si se tratase de una radiografía, el modelo tridimensional de un fragmento de barrio flota iluminado por LEDS sobre un fondo negro, develando lo que podría ocultarse bajo las apariencias de nuestra ciudad. Este modelo 3D, desarrollado e impreso en alta resolución, forma parte de un proceso de investigación en donde a partir de sus observaciones sobre nuestra capital, desarrolla modelos virtuales que representan desde lo evidente (casas o postes) hasta lo que se construye bajo el pavimento. Tras las casas de utilería y las torres de celulares se esconde el acceso a este submundo ficticio, producto de su especulación, poblado por descomunales generadores eléctricos, silos de reciclaje, viviendas sociales y turbinas que existen debido a nuestras necesidades energéticas o comunicacionales, del los cuales dependemos para sustentar el estilo de vida de quienes habitamos la 'superficie'.
Margarita Dittborn, quien obtuvo el Premio del Círculo de Críticos 2008 en fotografía con su muestra individual Enfermas de amor presentada en la Galería Florencia Lowenthal, sigue la misma línea de sus naturalezas muertas en la presente serie “Golden Still Life”: la cita a la historia de la pintura, el claroscuro, los cambios de escalas y objetos plásticos y artesanales - como elementos descontextualizadores de la escena-, salvo que ahora los objetos son dorados, hecho que llama la atención, puesto que inserta al espectador en una nueva temática: el oro de América. La artista se hace cargo de un nuevo discurso en torno a la representación. Ya sea aquella que se hicieron los españoles de América o viceversa en la época de los descubrimintos.
Camila Pino Gay se posiciona como artista y autogestora empresarial, estableciendo relaciones entre arte y publicidad en el artículo de Revista Paula “Pino gay, nueva marca chilena”. En la muestra colectiva Escena Alterada exhibirá cuatro pinturas basadas en tomas fotográficas de avistamientos de ovnis, evidenciando los íconos representativos y la sensibilidad de una época específica que abarca entre los años 1940 y 1979. Estas fotografías son sacadas de su fluir público (publicaciones web y revistas) y desplazadas al ámbito del género de paisaje dentro de la pintura. Estos paisajes son escenas alteradas pues la realidad es fijada mediante “supuestos” montajes, perturbando la normalidad de ésta al aparecer fenómenos no identificados como un platillo volador y poniendo al límite sus condiciones fácticas.
La artista Paula Anguita también recibió una buena acogida por parte de la crítica por su segunda muestra individual en Galería BECH. La imagen en los trabajos de Paula Anguita ofrece una multiplicidad de variaciones prismáticas. Hay en ella lugares que no se alcanzan a contener y puntos que desaparecen en el desplazamiento. La obra se construye y reconstruye interrelacionando sus partes en la trayectoria de la imagen, es decir, lo que se percibe a priori es modificado por lo que sucede a posteriori y continuamente viceversa. Así se van formando un conjunto íntegro que abarca todos los estadios temporales tanto de la obra como del sujeto que la mira. Por lo tanto, se podría decir que se está frente a la imposibilidad de la imagen como entidad fija. Ésta no se manifiesta ya mas como una única posibilidad estática sino que se presenta más bien como un medio generador de múltiples variantes de visualizaciones y lecturas.
La artista Rosario Carmona, que realizó su primera muestra individual en Galería BECH en enero de 2008, apela desde la pintura en su serie “Sin pájaros de un tiro” al sentido que adquiere lo intrascendente. Con aquella incipiente narración que se esboza cuando proyectamos una experiencia a lo que inexplicablemente la motiva, apela a nuestra propia historia para construirse. La organización de las figuras tiene que ver con la búsqueda de una situación y con el juego que no tiene sentido si algo en él no sucede. Los objetos representados se rigen por una regla no identificable que los hace coincidir en un mismo espacio, generando una especie de escenario dispuesto para la atribución de una narración y que suspende por un momento la certeza de que simplemente son juguetes desordenados.
El trabajo de María Ossandón, que ganó el primer lugar del concurso del Concurso Arte en Vivo del Museo Nacional de Bellas Artes 2008, consiste en transportar fragmentos de naturaleza contenida dentro de un objeto portátil, en este caso, en pastilleros. El objetivo es crear una nueva lectura o mostrar la vigencia siempre presente de la interpretación en la relación con el mundo natural. El paisaje encapsulado en diversos pastilleros, cuyo uso habitual es guardar “pastillitas” y/o conservar ordenadamente en días u horas la medicina a tomar, son alterados en su escena, tamaño y materia: un contenedor que porta elementos fabricados por la ciencia y de uso sanador, se convierten ahora en portadores de la “naturaleza misma” asfixiada en sus límites y desbordada por estos, transforman su materia de lo natural a lo artificial creando un diálogo entre naturaleza y ciencia en una “escena alterada”.
La primera muestra individual que Cristobal Cea presentó en Sala SAM titulada Wastetopia tuvo muy buena acogida de la crítica. En esta muestra Cristóbal presenta la obra Pasillo Técnico: una impresión duratrans (1x2mt) donde, como si se tratase de una radiografía, el modelo tridimensional de un fragmento de barrio flota iluminado por LEDS sobre un fondo negro, develando lo que podría ocultarse bajo las apariencias de nuestra ciudad. Este modelo 3D, desarrollado e impreso en alta resolución, forma parte de un proceso de investigación en donde a partir de sus observaciones sobre nuestra capital, desarrolla modelos virtuales que representan desde lo evidente (casas o postes) hasta lo que se construye bajo el pavimento. Tras las casas de utilería y las torres de celulares se esconde el acceso a este submundo ficticio, producto de su especulación, poblado por descomunales generadores eléctricos, silos de reciclaje, viviendas sociales y turbinas que existen debido a nuestras necesidades energéticas o comunicacionales, del los cuales dependemos para sustentar el estilo de vida de quienes habitamos la 'superficie'.
Margarita Dittborn, quien obtuvo el Premio del Círculo de Críticos 2008 en fotografía con su muestra individual Enfermas de amor presentada en la Galería Florencia Lowenthal, sigue la misma línea de sus naturalezas muertas en la presente serie “Golden Still Life”: la cita a la historia de la pintura, el claroscuro, los cambios de escalas y objetos plásticos y artesanales - como elementos descontextualizadores de la escena-, salvo que ahora los objetos son dorados, hecho que llama la atención, puesto que inserta al espectador en una nueva temática: el oro de América. La artista se hace cargo de un nuevo discurso en torno a la representación. Ya sea aquella que se hicieron los españoles de América o viceversa en la época de los descubrimintos.
Camila Pino Gay se posiciona como artista y autogestora empresarial, estableciendo relaciones entre arte y publicidad en el artículo de Revista Paula “Pino gay, nueva marca chilena”. En la muestra colectiva Escena Alterada exhibirá cuatro pinturas basadas en tomas fotográficas de avistamientos de ovnis, evidenciando los íconos representativos y la sensibilidad de una época específica que abarca entre los años 1940 y 1979. Estas fotografías son sacadas de su fluir público (publicaciones web y revistas) y desplazadas al ámbito del género de paisaje dentro de la pintura. Estos paisajes son escenas alteradas pues la realidad es fijada mediante “supuestos” montajes, perturbando la normalidad de ésta al aparecer fenómenos no identificados como un platillo volador y poniendo al límite sus condiciones fácticas.
La artista Paula Anguita también recibió una buena acogida por parte de la crítica por su segunda muestra individual en Galería BECH. La imagen en los trabajos de Paula Anguita ofrece una multiplicidad de variaciones prismáticas. Hay en ella lugares que no se alcanzan a contener y puntos que desaparecen en el desplazamiento. La obra se construye y reconstruye interrelacionando sus partes en la trayectoria de la imagen, es decir, lo que se percibe a priori es modificado por lo que sucede a posteriori y continuamente viceversa. Así se van formando un conjunto íntegro que abarca todos los estadios temporales tanto de la obra como del sujeto que la mira. Por lo tanto, se podría decir que se está frente a la imposibilidad de la imagen como entidad fija. Ésta no se manifiesta ya mas como una única posibilidad estática sino que se presenta más bien como un medio generador de múltiples variantes de visualizaciones y lecturas.