Luego de exponer hace cuatro años una gran retrospectiva de su obra en el Museo Nacional de Bellas Artes, Francisca Sutil ha realizado varios viajes, principalmente en Europa, durante los cuales tuvo “la necesidad de estar más profundamente en contacto con lo que ha sido el origen de la pintura. De hecho me propuse no ver pintura contemporánea”. De esa manera, según cuenta la artista, se fue “impregnando con una pintura que tenía otra escala y que era más íntima”.
Cuando volvió a Chile retomó la pintura sobre tablas de formato más pequeño, un nuevo desafío en la amplia investigación técnica que ha desarrollado Francisca Sutil a lo largo de su exitosa carrera. “Las pinturas que se verán en la muestra Interludio son pinturas íntimas de tamaños pequeños como una suerte de ventanitas. Como cuando ves, por ejemplo, una obra de Hans Memling donde en un cuadro muy pequeño está todo bien concentrado. El viaje que realicé fue un viaje muy solitario, de poca conversación y de un intenso grado de intimidad conmigo misma. Entonces lo natural es que si estuve mirando desde una cajita hacia el exterior, uno comienza a hacer de alguna manera lo mismo al momento de pintar”.
Sus obras son pinturas llenas de complejidad, sutilezas y una riqueza visual que van creando situaciones misteriosas abriendo una infinidad de lecturas al espectador. Según Francisca Sutil, las obras que se verán en la Galería Animal tienen “una relación bastante grande con el tema de la serie Resonancias, la serie final de la muestra Alquimia que exhibí el 2006 en el Museo Nacional de Bellas Artes, salvo que es más restringida y acotada, pero al mismo tiempo más compleja”.
Cuando volvió a Chile retomó la pintura sobre tablas de formato más pequeño, un nuevo desafío en la amplia investigación técnica que ha desarrollado Francisca Sutil a lo largo de su exitosa carrera. “Las pinturas que se verán en la muestra Interludio son pinturas íntimas de tamaños pequeños como una suerte de ventanitas. Como cuando ves, por ejemplo, una obra de Hans Memling donde en un cuadro muy pequeño está todo bien concentrado. El viaje que realicé fue un viaje muy solitario, de poca conversación y de un intenso grado de intimidad conmigo misma. Entonces lo natural es que si estuve mirando desde una cajita hacia el exterior, uno comienza a hacer de alguna manera lo mismo al momento de pintar”.
Sus obras son pinturas llenas de complejidad, sutilezas y una riqueza visual que van creando situaciones misteriosas abriendo una infinidad de lecturas al espectador. Según Francisca Sutil, las obras que se verán en la Galería Animal tienen “una relación bastante grande con el tema de la serie Resonancias, la serie final de la muestra Alquimia que exhibí el 2006 en el Museo Nacional de Bellas Artes, salvo que es más restringida y acotada, pero al mismo tiempo más compleja”.