Potenciar el cuerpo del hombre y el de la mujer en sus territorios más endebles busca la muestra MORIR MATANDO de los artistas chilenos Manuela Viera-Gallo y Alejandro Moreno, que se inaugurará el próximo 10 de junio a las 19:30 en la Galería Animal. La exposición, curada por el español Paco Cano, organiza y pone en la mira a dos artistas chilenos que plantean en sus obras que sólo de las experiencias más dolorosas, nacen las más transformadoras. Por eso, Manuela Viera-Gallo y Alejandro Moreno expresan en MORIR MATANDO políticas personales en los temas de género y discriminación sexual. Según Paco Cano, “es una propuesta dual y confrontada en la que Manuela Viera-Gallo presenta una reflexión desde lo general, deductivo y anónimo, y Alejandro Moreno propone un experimento inductivo partiendo de una experiencia personal”. Para el curador “es un análisis sociocultural desde las perspectivas del género y la identidad. En ambos casos, una mirada frontal, directa, sin artificios, de fondo neutro y presentación aséptica, fría, clínica, policial; es encarar donde más duele, es la observación directa para que no haya engaños ni excusas”. La chilena residente en Nueva York, Manuela Viera-Gallo, altera las composiciones clásicas de la violencia generando un híbrido estructural en ella. A través de lozas rotas, unidas y colgadas por cordeles, se entrega una nueva mirada sobre el enigmático paradigma de la violencia de género que evidencia la posición de la artista frente a ésta. Manuela Viera-Gallo sostiene en cordeles las pasiones congeladas en fragmentos de lozas rotas sostenidas en el aire. Tanto la fotografía como el objeto que componen la muestra de Viera-Gallo son parte del su proyecto titulado “Domestic Violence”, donde ha intervenido con video, pintura, fotografía e instalación entregando, a través de éstos, su opinión sobre el sufrimiento. Según Cano, la muestra “analiza la violencia de género, el papel de la mujer y el sometimiento -a veces, consentido- de la imagen femenina ante prototipos estandarizados; su cosificación”. Por su parte, Alejandro Moreno, más conocido como “Chato”, registra en el video “La Chata” un fragmento de su propia biografía en donde una antigua compañera de curso del Liceo Católico de Atacama reproduce frente a él/cámara pasajes agresivos donde relata, no sólo la discriminación sexual, sino el violento imaginario del grupo “curso”. Frente al video se añade una sábana sobre la que se ha escrito el texto del video.