La muerte como parte importante de la iconografía del arte adopta diversas formas y disfraces, metáforas y simulacros. Desde la muerte heroica a los temas religiosos, llegando a la muerte anónima, la muerte cercana, la de cualquiera, la propia. Donde los rostros dejan de tener un nombre y los nombres un rostro, provocando no sólo una reflexión meditabunda, sino también un sentimiento de desasosiego y duelo.
Pellis Nomina es una instalación que por medio de la reiteración de pequeños elementos nos remite metafóricamente al cuerpo, dando cuenta de la ausencia y de la muerte. La obra intente situarse no en el momento trágico de la muerte, sino en un después indefinido en el cual el recuerdo se va convirtiendo en olvido, el dolor en indiferencia, el despojo de la presencia en ausencia presente, para llevarnos lenta e inexorablemente a la nada. Los objetos puestos en escena generan su propio contexto transmitiendo al espectador toda su carga, resultando cada experiencia distinta y única.
La obra se ha ido construyendo a partir de una larga investigación en las dependencias del Servicio Médico Legal de Santiago, específicamente en el área de Tanatología, desde donde han surgido dos montajes anteriores; “Hic Sunt” en el Centro Cultural de España y “Cuerpo Presente” en la Multisala Cultural de la Estación Baquedano del Metro de Santiago. Además en julio el artista presentará “Gratia Corporis” en el Goethe Institute concluyendo la serie de cuatro instalaciones relacionadas con la piel.
Para este proyecto el trabajo tanatológico se ha centrado específicamente en el estudio de los cuerpos no reclamados o simplemente N.N que permanecen por años en las cámaras frigoríficas. Observando y clasificando las variaciones en los tonos y texturas de las pieles de una data de muerte a otra. Creando un inventario de tonos y texturas.
Una vez realizado el trabajo de recopilación y clasificación el proyecto continúa con dos elementos fundamentales en su obra. El diseño y elaboración de soportes de acero inoxidable, que son piezas únicas, preparadas especialmente para cada montaje y la creación de pequeños trozos de piel sintética. Según el artista “estas pieles son una parte esencial del proyecto y de mi obra en general, ya que a través de ellas voy dando cuenta de un cuerpo que ya no está. Con este fin y para reafirmar la idea de manipulación y conservación las pieles estarán tratadas con aceites. Así, la instalación intenta por medio de estos remedos de piel y los armazones acercar al observador a la idea de serialidad, clasificación y acumulación, estableciendo diferentes acercamientos y relativizando la mirada. Completando el montaje y como forma de cerrar la metáfora, contempla la utilización de un audio incidental, casi imperceptible, del ruido producido por voces al unísono (como en una letanía) y un tipo de iluminación controlada y muy específica, focos dirigidos a cada pieza, que junto con destacar las mismas, producirá una serie de sombras, brillos del acero, transparencias de las pieles y penumbras. Todo se completa con la utilización de ciertos líquidos que aportarán un olor característico a la obra.”
De esta manera Pellis Nomina es una instalación que intenta con mínimos elementos armar una escenografía en donde el mensaje conceptual aparezca lo suficientemente amplio para que el espectador sienta más allá que el hecho de estar frente a una obra de arte, que interactúe con la obra a través de los sentidos y que tenga emociones, reflexiones, alusiones e intuiciones de acuerdo a sus propias vivencias.
Pellis Nomina es una instalación que por medio de la reiteración de pequeños elementos nos remite metafóricamente al cuerpo, dando cuenta de la ausencia y de la muerte. La obra intente situarse no en el momento trágico de la muerte, sino en un después indefinido en el cual el recuerdo se va convirtiendo en olvido, el dolor en indiferencia, el despojo de la presencia en ausencia presente, para llevarnos lenta e inexorablemente a la nada. Los objetos puestos en escena generan su propio contexto transmitiendo al espectador toda su carga, resultando cada experiencia distinta y única.
La obra se ha ido construyendo a partir de una larga investigación en las dependencias del Servicio Médico Legal de Santiago, específicamente en el área de Tanatología, desde donde han surgido dos montajes anteriores; “Hic Sunt” en el Centro Cultural de España y “Cuerpo Presente” en la Multisala Cultural de la Estación Baquedano del Metro de Santiago. Además en julio el artista presentará “Gratia Corporis” en el Goethe Institute concluyendo la serie de cuatro instalaciones relacionadas con la piel.
Para este proyecto el trabajo tanatológico se ha centrado específicamente en el estudio de los cuerpos no reclamados o simplemente N.N que permanecen por años en las cámaras frigoríficas. Observando y clasificando las variaciones en los tonos y texturas de las pieles de una data de muerte a otra. Creando un inventario de tonos y texturas.
Una vez realizado el trabajo de recopilación y clasificación el proyecto continúa con dos elementos fundamentales en su obra. El diseño y elaboración de soportes de acero inoxidable, que son piezas únicas, preparadas especialmente para cada montaje y la creación de pequeños trozos de piel sintética. Según el artista “estas pieles son una parte esencial del proyecto y de mi obra en general, ya que a través de ellas voy dando cuenta de un cuerpo que ya no está. Con este fin y para reafirmar la idea de manipulación y conservación las pieles estarán tratadas con aceites. Así, la instalación intenta por medio de estos remedos de piel y los armazones acercar al observador a la idea de serialidad, clasificación y acumulación, estableciendo diferentes acercamientos y relativizando la mirada. Completando el montaje y como forma de cerrar la metáfora, contempla la utilización de un audio incidental, casi imperceptible, del ruido producido por voces al unísono (como en una letanía) y un tipo de iluminación controlada y muy específica, focos dirigidos a cada pieza, que junto con destacar las mismas, producirá una serie de sombras, brillos del acero, transparencias de las pieles y penumbras. Todo se completa con la utilización de ciertos líquidos que aportarán un olor característico a la obra.”
De esta manera Pellis Nomina es una instalación que intenta con mínimos elementos armar una escenografía en donde el mensaje conceptual aparezca lo suficientemente amplio para que el espectador sienta más allá que el hecho de estar frente a una obra de arte, que interactúe con la obra a través de los sentidos y que tenga emociones, reflexiones, alusiones e intuiciones de acuerdo a sus propias vivencias.