Recuperaciones es un proyecto de instalación que tiene como elemento central un mueble puesto al centro de la sala profusamente adornada. El espectador podrá abrir los cajones y encontrar en ellos voces, restos, recuerdos, indicios de un pasado. "Una propuesta de pasaje a través de un Dormitorio Patrimonial, Valparaíso intangible, mueble que entrega lo que resta, casi hollín, casi nada...". Sobre sus intervenciones, la artista ha dicho que no demuestran algo, "sino que delimitan territorios, imprimen sensaciones o son escenario de una frase calcada de su interior.
En su instalación Nancy Gewölb ya no entrega órdenes como lo hiciera tantas veces, más bien acoge al visitante para darle a conocer su historia, que pueden ser también todas las historias, de todos aquellos mundos que entran en contacto con su creación. Su obra visual constituye, en este sentido, una travesía que despoja a la creadora de fantasmas queridos y otros, no tanto. Se ubica en un plano dadivoso, donde entrega los elementos directamente relacionados con la propia biografía y los regala al espectador en la lucidez de una instalación. Porque su obra visual cae muy pocas veces en lo comercializable. Lo que se intercambia aquí son miradas, guiños certeros, puntadas sin hilo y con hilo, que el que intente penetrar en su punto de vista tiene que aceptar y saber agradecer por ese preciado don que le ha sido concedido.
Nosotros, los que asistimos desde una también ficticia platea, vemos una precisa disposición de elementos que tienen una dirección. Vemos como se va entretejiendo una red de significaciones que da cuerpo a una instalación.
La sala está completamente ambientada con alfombras persas; las paredes forradas de latón impreso; fotografías enmarcadas con neón; pinturas de diversos formatos, entre otros objetos.
En su instalación Nancy Gewölb ya no entrega órdenes como lo hiciera tantas veces, más bien acoge al visitante para darle a conocer su historia, que pueden ser también todas las historias, de todos aquellos mundos que entran en contacto con su creación. Su obra visual constituye, en este sentido, una travesía que despoja a la creadora de fantasmas queridos y otros, no tanto. Se ubica en un plano dadivoso, donde entrega los elementos directamente relacionados con la propia biografía y los regala al espectador en la lucidez de una instalación. Porque su obra visual cae muy pocas veces en lo comercializable. Lo que se intercambia aquí son miradas, guiños certeros, puntadas sin hilo y con hilo, que el que intente penetrar en su punto de vista tiene que aceptar y saber agradecer por ese preciado don que le ha sido concedido.
Nosotros, los que asistimos desde una también ficticia platea, vemos una precisa disposición de elementos que tienen una dirección. Vemos como se va entretejiendo una red de significaciones que da cuerpo a una instalación.
La sala está completamente ambientada con alfombras persas; las paredes forradas de latón impreso; fotografías enmarcadas con neón; pinturas de diversos formatos, entre otros objetos.